viernes, 10 de octubre de 2008

ENTREVISTA TOMAS ABRAHAM


Cuestionario de Mirabilis: nota de tapa
Tomás Abraham
Por Martín Aleandro. Fotos: M.A


1)¿Cuáles son, a su criterio, los temas principales que están en debate en la filosofía actual?
Los que nos plantean la política y las ciencias. Finalmente, no estamos lejos de la definición de Althusser de la práctica filósofica: el ejercicio del pensamiento determinado por las ciencias y la política que traza líneas de demarcación en lo ideológico. Según Foucault, la filosofía como política de la verdad.
En este sentido lo que se refiere a la “vida”, llámese biopolítica, bioética, sin juzgar el modo en que se enuncian en la actualidad – por lo general o son edificantes o catastrofistas, son temas que tienen relevancia. Por otro lado los efectos políticos de las religiones históricas, las mutaciones culturales que empujan el eje del poder al Este, también tienen peso civilizatorio y modifican a la historia del presente.
Le agrego la economía no como disciplina técnica sino como lenguaje valorativo a partir de nociones como empresa, competencia, marketing.
Le sumo el tema de la espiritualidad, en el sentido de conversión subjetiva y sentido de la existencia.
Por lo visto, nada demasiado nuevo.

2) A veces se tiene la impresión de que existe una fuerte desconexión entre la filosofía y el contexto socio-político, es decir, que la filosofía se ha tornado un asunto eminentemente académico. ¿Qué opina al respecto? ¿Qué función debería cumplir la filosofía en la época de la globalización?
No se trata de globalización, que ha hecho del globo un zepelín con dirección desconocida. Es inevitable que las universidades sean centros de formación y difusión de la filosofía. Pero no son los ùnicos. La filosofía es uno de los modos en que se lleva a cabo el oficio de pensar. Pensadores, intelectuales y filósofos no son lo mismo, pero tanto unos como otros a través de la palabra interpelan a los juegos de lenguaje y a las formas de vida de nuestro presente.
Los pensadores a través de una dispersión imprevisible de procedencias. Pessoa, Gombrowicz, Paul Veyne, G.K Chesterton, Borges, Glenn Gould, Primo Levi. La novela, la poesía, las artes en general como también las ciencias, son fuente de los más ricos aportes en ideas y pensamientos a la cultura moderna.
Los intelectuales intervienen en la esfera pública, en el espacio común, en la polis. Foucault, Sartre, Russell.
Los filósofos remiten a la tradición de pertenencia, en sus actos de lenguaje filosófico dan cuenta de su procedencia y evocan a otros filósofos.
Esta división no es de casilleros sino de orientación con el objeto de distinguir actitudes frente al ejercicio del pensar.
3) La ciencia cuenta con la corroboración empírica para establecer sus verdades “provisorias”; por el contrario, la filosofía carece de un criterio estricto de validación (de allí, tal vez, que a lo largo del siglo XX se hayan postulado múltiples teorías de la verdad). ¿Cómo considera que el discurso filosófico se legitima en términos de su aspiración a decir una “verdad” sobre lo real?
La filosofía no se legitima. No tiene sanción. Existe por el hecho de que hay filósofos vivos y no por la eternidad de un género. Su utilidad es la de interpelar desde el no saber a las autoridades que sí legislan en nombre de la Verdad. No hay progreso en filosofía, Wittgenstein no es superior a Platón, su discurrir no es acumulativo.
Hay una fuerza de ignorancia en la filosofía desde sus inicios: el sólo sé que nada sé, de Sócrates, que interpela, es decir enfoca la atención sobre el poder de la palabra y su función de veracidad. Con esto abre un espacio y genera una discusión, con lo que pondera la contingencia frente a la inmovilidad de lo necesario custodiado por la Ley, lo Real, la Ciencia.

4) ¿Considera que el problema de la educación es una prioridad absoluta entre los problemas de la humanidad (en el supuesto de que todo otro problema requiere la previa solución del problema educativo), o que está al mismo nivel de ellos?
El hambre, la degradación de la vida, la crueldad del poder, no son separables de la educación. Tenemos que sacar a la educación de su identificación con el aparato escolar. Un jefe de Estado es un educador, un periodista también, una autoridad religiosa. La gente forma sus ideas y opiniones en sociedad a partir de múltiples canales. Además, la educación en su sentido específico, es un asunto de supervivencia. El analfabetismo, la mala formación en ciencias y letras, la negligencia educativa, son un factor de opresión a futuro. Destina a las nuevas generaciones a la marginalidad y a la exclusión de los tiempos que se avecinan.
5) Varios de los más grandes filósofos del siglo XX (Heidegger, Sartre, Deleuze, etc.) han producido agudas reflexiones sobre el hecho artístico, prestando especial atención a la literatura. ¿Qué temas de interés para la filosofía considera que están en juego en el arte actual?
Las artes interesan al filósofo, porque es probable, además, que su quehacer también sea un arte. El juego, la creación, la tensión con el material, la incertidumbre, hacen a la filosofía pariente de las artes.
Hay artistas que han escrito sobre nuestros tiempos de un modo que producen encuentros inevitables y decisivos para todo aquel que es aficionado a la filosofía.
6)¿Cuál es, a su criterio, la causa del goce estético?
No se sabe. Los neurólogos no sirven para responder a este misterio. Los románticos son los que más han sabido sobre el tema, desde el primer gran romántico, me refiero a Kant. Detener el tiempo, acceder a otra dimensión, manipular lo inalcanzable, estar cerca del KUN, lo que en árabe para el islam es la cifra de la existencia de cada uno de nosotros. ¿Qué es esto!?, es el asombro ante el tapiz de la vida, nos deja anonadados. El arte es el dar forma a esa nada.
7) Se podría afirmar que con la postmodernidad se produce un declive radical del discurso utópico. ¿Estima que es posible pensar aún en términos de utopía? ¿En qué sentido?
Las utopías viene con retraso respecto de la velocidad en que se transforma la realidad. El mundo tiene una aceleración que en términos de diez años presenta panoramas que hace de los ficcionalistas lactantes seniles. La necesidad de utopía tiene algo de reaccionario. Proviene de quienes rechazan el mundo post 89 y hacen de la melancolía su único consuelo para el inevitable envejecimiento de sus vidas.
La aventura de la historia, tanto a nivel individual como social, prosigue, y está en las manos de los que tienen, conservan, e incrementan sus energías vitales. En ese sentido soy spinoziano.

8) ¿Piensa que el sistema democrático continua vigente, o debe ser superado?
El sistema democrático es el que piensa en términos de mayorías. Desde Hobbes es el horizonte del pensamiento político. Pero no se relaciona necesariamente con el símbolo de la libertad. La idea de democracia tiene que ver con la importancia de lo “común y ordinario”, del bienestar de los cuerpos, de la utilidad de lo social. Por eso puede haber democracias fascistas o fundamentalistas. La democracia cuando se agrega a la idea de república adquiere entonces, sí, una especificidad orgánica que remite a la división de los poderes, a una estructura política relativamente autónoma de lo social, y a los límites del poder.
9) En su opinión: ¿la acción ética tiene como finalidad a la felicidad general?
No, no tiene que ver con le felicidad. Por varias razones. Una es la de Kant, el ideal de la felicidad es un derivado del egoísmo, y éste es amoral. Los antiguos entendían por felicidad un ideal de inmunología respecto del azar de la vida, por lo tanto felicidad es seguridad, consecuencia de una ascética de control de sí y mesura.
La ética para otros tiene que ver con un ejercicio de la libertad, no puede haber ética apéndice a un poder. La ética comienza como un desprendimiento de la sujeción ya sea política o idiosincrática. En caso contrario es moralidad, sometimiento a un ideario colectivo que se autoprotege.
Creo que la ética tiene que ver con la consciencia y la culpa, es la voz interior que nos presenta al otro. Es la voz gregaria que nos hace vernos a nosotros mismos en relación de proximidad. La presencia del prójimo. Limita la codicia y hace que el instinto de conservación no sea necesariamente primordial. La ética es una forma de combate contra el miedo a la muerte. Hegel habla algo de eso.
10) Usted es un reconocido especialista en la obra de Michel Foulcault y Gilles Deleuze. ¿Qué aspectos de la filosofía de estos autores considera que son fundamentales para pensar la realidad socio-política actual?
Las ideas “micro”. Por el lado de Foucault mostrar que los conceptos clásicos de Estado, ideología y clases sociales, no bastan para analizar el poder. Por el de Deleuze, que el deseo no es algo individual, doméstico, sino que se apropia del material social y le da orientaciones que exceden las elaboraciones secundarias.

ENTREVISTA A NOÉ JITRIK


ENTREVISTA A NOE JITRIK

Por Martín Aleandro. Fotos: Esteban Marcotegui

A mediados de siglo XX los escritores latino americanos se dejaron llevar por las letras en otras lenguas, especialmente leían a Kafka, Sastre y Faulkner, entre otros. ¿Esto marcó una nueva brecha que se desligaría de los escritores costumbristas?
Los libros de Sartre llegan a la Argentina al final de la guerra, Faulkner es editado en la misma época traducido por Borges. Es en este momento en que se da la presencia de estos escritores y de muchos más porque había una política de traducción muy activa en ciertas editoriales como Sudamericana, Emece, y otras que publicaron mucha literatura europea. En Latinoamérica se da en todas partes el costumbrismo que tiene el sentido de una búsqueda, de auto descubrimiento, el querer saber que es esa sociedad que está cambiando vertiginosamente, que está cambiando la estructura urbana, están cambiando las costumbres, los lenguajes. El costumbrismo trata de capturar todos estos cambios. Eso ocurre, por lo menos desde mi competencia, en: México, Argentina, Uruguay, Chile. Los escritores del llamado Boom, a medidos de los 60’, son escritores cultos, leían las traducciones de las cual hablábamos antes y muchas más, también los clásicos, ¿no? Lo que se proponen es renovar la narración y hacerla más eficaz. Ese es el sentido del Boom. Es lo que se propone, por ejemplo, Cortazar en Rauela, García Márquez en toda su obra y en especial en Cien años de soledad, Vargas Llosa en Casa Verde, etc. Eso abre perspectivas nuevas y también permite mirar hacía atrás y recuperar autores que ya existían y eran de gran calidad pero que no aparecían en la vitrina, por ejemplo: Onetti, Borges, Lesama Lima, Rulfo en México, Asturias y Monterroso en Guatemala, es decir, escritores que ya eran, y el Boom ayudó a releerlos. Después el Boom se abrió como una elección de libertad, pero la masa crítica que estaba en los escritores del Boom estaba compuesta por experiencias literarias y filosóficas mundiales y tradiciones locales fuertes, por ejemplo en la obra de García Márquez hay mucho modernismo, mucho Borges, para citar dos elementos de las tradiciones locales, pero también hay Faulkner, Camus en Sábato, en el Túnel que es una especie de réplica de la novela de Camus. Todo es una especie de interacción muy compleja.
¿Podemos traer a cuenta algún referente absoluto del llamado Boom que lo sigua siendo actualmente?
El que se conserva más fuerte es García Márquez, las lecturas de Cortazar no son tan entusiastas como lo fueron en su momento. La obra de Vargas Llosa es una obra cada vez más desligada a la filosofía del Boom, ya es una obra de una gran habilidad narrativa que busca una temática, a veces, provocativa lindando con lo porno, lo mismo que hace Donoso en cierto sentido. Creo que el que continúa más fiel, digamos el Jhon Lennon del Boom es García Márquez sin duda. Fuentes se ha expandido de una manera tan grande que ha caído en la novela histórica en muchas ocasiones, y la novela histórica tuvo una manifestación propia del Boom, básicamente en el libro de Roa Bastos, El yo supremo, que está dentro de una tradición latinoamericana como novela histórica y en la impronta de lo que fue el Boom.
¿Existió una especie de santo y seña literario para ser parte del Boom?
El santo y seña estaba dado por el interés editorial, ciertas editoriales como Seixbarral en España, como Sudamericana en Argentina, como Era en México, como Monte Ávila en Venezuela, Norma en Colombia, tenían preferencia por estos escritores. También en esta camada entraron escritores nuevos como Manuel Puig que no era cronológicamente de ese grupo pero que fue recibido por el grupo reducido de amigos, porque los que encarnaron el Boom se cuentan con los dedos de la mano, crearon entre ellos una especie de fraternidad que después se rompe. Estos escritores son los que ya nombramos, son el núcleo duro, lo que se llamó Boom; pero había una cantidad de fenómenos literarios concomitantes, que pueden ser considerados como emanaciones, prolongaciones, como efectos o resultados de esta presencia ruidosa del Boom.
Esto se da en Latinoamérica. ¿Podemos encontrar escritores en otra parte del mundo que leen literatura Latinoamérica y la reelaboran o se ven influenciados por ella?
Es probable que eso haya sido el caso de Borges, se puede hablar del efecto Borges en el mundo, en especial en Francia, Inglaterra, en EEUU. No hay muchos más casos de esa acción, lo que hay, tal vez, son secretas incidencias en la medida de que muchos escritores latinoamericanos vivieron en Europa. A lo mejor, yo no lo puedo verificar, incidieron en el modo de narración de escritores bastante nuevos, es el caso de la narrativa española, podría decir que: Julián Marías, Perez Reverte, Antonio Muñoz Molina, estos escritores no son ajenos a la literatura latinoamericana.

ENTREVISTA A RICARDO MOLLO


ENTREVISTA A RICARDO MOLLO
Por MARTÍN ALEANDRO

Sentado contra el vidrio, de espaldas a esa tenue luz de junio que se filtra por la vidriera, tímida luz de junio que le da vida a esta tarde de bar, Ricardo Mollo mira por la ventana; afuera una joven de gabardina roja detiene un taxi y sube, más tarde el 60, el 54 y luego el 12 hacen fila en sus paradas desteñidas. Todos en el bar estábamos esperando el llamado que nos libere de esa terrible angustia. Ricardo vuelve la mirada y la poza sobre el vaso, juega con el cenicero humeante que despliega una leve columna de humo que se eleva haciendo figuras en el aire, figuras que se convertirán en charla. En una charla al galope de la historia que pondrá al desnudo unos de los grupos de rock más influyentes de nuestras pampas.
_Ricardo, esta es una pregunta que siempre te quise hacer. ¿Por qué tras la muerte de Luca Prodan no formaron una banda todos juntos: Germán Daffunchio, Superman Troglio, Diego Arnedo, Roberto Pettinato y vos? ¿Por qué se dividieron?_
_”En ese momento Germán se fue a vivir a Córdoba, nosotros fuimos allá y nos juntamos todos en la casa de nuestro manager para hablar del tema y no se dio, es una lástima. Estoy seguro de que cada uno de los miembros de Sumo debe tener una versión diferente de los hechos. Yo recuerdo haber dicho: sigamos tocando juntos pero cambiemos el nombre, porque yo no quiero largar con el nombre anterior, cargando la cruz de Jesús; pero no hubo esa posibilidad. Superman era el que mantenía esa situación funcionado, era el que nos unía, pero luego se fue a España y Germán se instaló en Córdoba. Pasó el tiempo, todavía no habíamos armado nada con nadie, y de pronto un día me tocan el timbre, era Diego Arnedo que me dice: “¿Qué estás haciendo boludo?”. Yo le contesté: “Nada”. Nos quedamos hablando en la puerta cinco minutos y luego subimos. Al instante él tomó el bajo y yo la guitarra y dejamos de hablar por horas, sólo tocábamos y tocábamos; porque esa es otra forma de comunicarnos. Ahí surgió Divididos. También te cuento que fue durísimo el contraste con la situación de la vuelta a los escenarios. Sufrimos un poco la situación de ir a tocar a Cemento y en el primer show teníamos 400 personas y al segundo venían sólo 40 personas. Es como que venían a ver que el muerto (Luca) se había muerto y chau, se iban a su casa. Esa también fue una etapa difícil para nosotros.”_

Terminó de contar y lo envuelve un gran silencio nostálgico. Se pasa la mano por el mentón lentamente, muy lentamente, y luego por los ojos. Toma un trago y me mira como para contarme algo. Yo noto que lo que va a decir le cuesta, saldría de su pasado una anécdota que está guardada muy profunda, porque las primeras palabras brotan sensibles. Esas primeras palabras se dejan escuchar suaves, casi entre lágrimas.
_”Te voy a contar el último ensayo con Sumo, la prueba de sonido del show de Obras Sanitarias en 1987, uno de los últimos shows con Luca. En ese momento el Pelado (Luca) ya estaba como un poco cansado, era un tipo que no tenía mucha respuesta física. Entonces estábamos probando sonido y él dice: “ya está, no quiero probar más”. En ese momento le digo que bueno, dejá, lo canto yo. Estábamos probando Estallando desde el océano, me acuerdo. Ahí ocurre algo tremendo para mí. Luca dice: “a ver, dale, cantalo”. Él comienza a caminar entre los músicos, después se instala a un costado, como era corto de vista yo veía que hacía fuerza para vernos a todos tocando. Se queda un rato mirando y lo veo hacer un gesto de aprobación, como diciendo: “esto ya está, yo ya me puedo ir”. Eso a mi me mató. (…) Después de veinte años de su muerte Diego me dice: “viste Ricardo, Coquito llegó al algodón”. Me lo dijo porque cruzamos a un adolescente con una remara con la cara de Luca. Esto es cómico, pero el recuerdo de aquella prueba de sonido es muy fuerte aún hoy para mí.”

Afuera la tarde se deja ser. Entre líneas y más líneas la gente se pasea perdida en una ciudad que nos les pertenece. Desde la ventana, y allá en frente, cruzando el empedrado una pared canta en aerosol “Luca Vive”. Los transeúntes pasan y no la ven ni la escuchan, porque la ciudad no habla para ellos, no les pertenece. Ricardo se ríe no sé si por los nervios o por gracia, atina a tomar nuevamente el vaso pero no, trata de retomar el tema de la muerte de Luca pero no, mejor no hablar de ciertas cosas.
_Recuerdo que en los shows de Sumo Luca lo trataba muy mal a Pettinato, lo presentaba dos veces o lo puteaba ¿Qué era lo que sucedía?_
Mirá, te acordás de Titanes en le Ring, te acordás de ese arbitro tan malo que se llamaba J. Águila, era el malo en esa situación, porque siempre tiene que haber un personaje malo y uno bueno. En Sumo Roberto era el malo, y Coquito (Luca) era el bueno. Pettinato llegaba tarde a los shows, en realidad llegaba tarde porque vivía en Marcos Paz, llegaba tarde y de mal humor, nosotros estábamos tocando frente al público, y Luca, que para esto era un maldito, decía en el micrófono: “Ahí viene ese hijo de puta que siempre llega tarde”. Y todo el mundo le cantaba: “hijo de puta, hijo de puta”. Y de ahí quedó como el malo de la película, pero en realidad era todo parte del show y de la locura de Luca y de todos.”

En la mesa de billar contigua Tomatis se inclina y hace deslizar el taco, está listo para tirar mientras su rival, Juanjo, golpea suavemente el taco contra el piso del lugar, luego hurga en sus bolsillos y saca su celular, lo revisa y comprueba que la llamada esperada todavía no se había cometido. No sabíamos nada del estado de salud del Petizo Casimiro, los médicos nos echaron del hospital y los malditos familiares que no llaman. Tomatis respira y mira al frente. La colorada y la blanca, su bola es la blanca, las demás están del otro lado de la mesa, cerca de un rincón. Tiene que golpear suavecito, para que la bola corra muy despacio, choque primero con la colorada, después con la blanca y pegue después en la baranda entre la colorada y la blanca: la colorada va a golpear contra la baranda lateral, antes de que su bola choque contra la baranda del fondo y vaya hacia la que tiene que ir en línea oblicua después de chocar contra la blanca nuevamente. En línea oblicua se desliza la charla sobre el verde paño de la tarde.
Mollo los mira y se ríe entrecortado, nervioso, respira ese aire infecto que pulula y se vuelve a la conversación.
_ ¿Cómo empezar de nuevo con Divididos después de toda esta historia, Ricardo? ¿Se puede cambiar la partida como una de billar?_
_”La vedad, fue durísimo, desde el momento en que nos encontrábamos con Diego y no hablamos, porque como te dije, no hablamos, nos poníamos a tocar y tocar.(Tomatis grita porque no consiguió darle el efecto necesario a la bola. Ricardo hace un corte, lo mira y se ríe. Luego sigue.) Con él (Diego), por suerte, como habíamos tenido una banda antes de que existiera Sumo, y por eso nos era fácil conectarnos, tocábamos con una batería electrónica y componíamos ahí, en casa. Luego vinieron los shows, donde, como te dije antes, ganábamos o perdíamos. El público se fue haciendo de a poco, de recital en recital y de disco en disco.” _
_ ¿Qué pensás de los músicos académicos? ¿Es lo mismo el conservatorio o preferís juntarse a zapar en un sala?_
_”Estudiar música es una herramienta que te permite llegar más rápido a algún lugar. El asunto es si contás con el talento para acompañarte a ese lugar. Yo tengo una prima que toca el piano y es sorda, no sorda porque no escucha, sorda porque no distingue una nota de otra; entonces un día, hace mucho, le digo: Teresa, porque no tocas el piano. Y ella me dice: “ah, bueno, pero si me equivoco las notas yo no me doy cuenta”. Se pone a tocar todo lo que la habían enseñado, pero de repente daba con la tecla y a veces le daba a la de al lado. O sea, el estudio es una posibilidad que se suma al talento del músico, que no es el caso de mi prima. En mi caso, como no estudié, en realidad yo comencé a aprender solo a tocar la guitarra, rompía las tapas de los cassettes y las usaba como púa, tocaba todo para abajo como los negros bluseros. Cuando fui a estudiar música, el profesor me dice que la técnica de púa es para arriba y para abajo, yo ya estaba sonado. Entonces a mí la música me pasa del oído al corazón directo. Está muy bien estudiar, pero la improvisación genuina te la da la calle musical, y la técnica te la da el estudio. Poder mezclar estas dos escuelas es genial. Ahí no hay quien te pare.

La tarde se va cerrando en noche, Tomatis y Juanjo ya toman café acodados en la barra, pienso que hacen comentarios acerca de política, de las carambolas o de las faldas de Claridad que siempre les da que hablar. Todo para no hacer comentarios de la maldita enfermedad de Casimiro. Ricardo apresura su vaso. Suena un teléfono celular lejano y todos nos tanteamos al unísono. Tomatis atiende muy tenso, luego nos sonríe a todos. La tarde se va cerrando en noche y todos volvemos a la normalidad.

ENTREVISTA A LUIS SALINAS


ENTREVISTA A LUIS SALINAS
Por Martín Aleandro. Fotos: Esteban Marcotegui


En la trastienda de un show volátil y sin desperdicios, de un show donde nos demostró su versatilidad como músico y nos hizo vivir la mística de la canción popular, en un show donde dejó por sabido que puede pasar de las sutilezas de un tango a contramano y meterse de lleno en la furia del rock; Luís Salinas nos contó que: “al interpretar, la canción la siento, tiene que ver con el momento, dejo que fluyan ideas a partir de ahí. El momento en que con los músicos comenzamos a tocar es el momento de la canción”. Lo que dice se puede vivir, lo que dice es cierto en sus show, es parte de la magia que hablamos en el copete de esta nota. La música de las estrellas, los ritmos del cielo, el arpa de los santos y no tan santos. Todo está planteado, todo está planeado, está en juego, en el juego de los que saben. Salinas es un músico de Monte Grande, es un músico que dio la vuelta al mundo en guitarra, se hizo del mundo y viceversa, el mundo toca sus canciones y él las del mundo. Al revés de la trama lo encontramos sonando en las calles que le dieron un lugar, que lo pueden llamar por su mote. Él, melancólico nos dice: “que te puedo decir, lo que se siente al volver al lugar que te vio nacer es muy raro, es algo que no te lo puedo contar de parado, pero como ya lo dije recién, son muy fuertes los lazos, entonces cuando vuelvo al lugar se mezcla todo, y es hasta muy difícil de tocar. La gente, la familia, los amigos del alma, están todos ahí, se siente su presencia y eso es algo muy fuerte, al menos para mí”.
Salinas no se detiene de saludar a gente, no deja de estrechar su mano con quien quiera hacerlo. El flash de un fotógrafo con su estallido detiene el tiempo en un gesto, Salinas abraza a un desconocido que le pide una foto, el desconocido muestra una sonrisa de rodaja de sandía desdentada. Todo queda fundido. Luego de una catarata de saludos y besos reanudamos la charla:
“Recién, dos chicos que tocan la guitarra me preguntaron cómo es que aprendí y cómo puedo tocar como toco. Yo les respondí que en realidad hay que buscarse dentro de uno mismo, es ahí donde está la esencia de cada uno. Aprender de lo que escuchás, sacarle todo el jugo que puedas a otros músicos que te gusten, pero que lo más importante es encontrar una personalidad propia, una forma de ser uno mismo. Por eso es importante aprender a conocerse, a buscar dentro de sí. Es ahí donde está todo. Está mucho más cerca que lo que todo el mundo cree, pero hay que saber bucear dentro de uno mismo y sacar lo mejor. No me parece que se puede llegar a ningún lado si no se busca dentro de uno”.
Realmente las palabras de Salinas buscan la esencia humana en su estado puro, en el interior de cada individuo. Quizá por esto al principio digo que es hechicero sabio, porque no sólo su música es trascendental, sino también su pensamiento.
Cuando llegó el momento de preguntarle por su estilo musical, no pude olvidarme de su disco “Rosario”, tampoco pude hacerlo del álbum doble “Muchas Cosas”, que entre otros, son los más auténticos, los que marcan su estilo a fuego. Él me respondió: “todo lo que no se grabó en EEUU es más auténtico, tuvimos más control. Ya desde el lenguaje es difícil hacerles entender que es lo queríamos lograr, de qué manera queríamos que suene el disco. Por esto es que esos dos discos, a los que hacés referencia, son más auténticos, o quizá más logrados, en lo que refiere al estilo, particularmente es lo que me parece, es una cuestión de control a la hora de grabar”.
También la charla viajó, fue rolando por distintos puntos en la latitud de las almas. Al ritmo de un fogón de verano y guitarra criolla en mano, nos detuvimos en los pasajes folclóricos de su carrera. Hablamos de las formas, de la pureza, de cómo interpretar algo que es de todos y no es de nadie, algo que se escapa de la realidad y la crea. Es nuestra, es la música del alma. “a la hora de tocar los temas tradicionales trato de respetar las composiciones, pero no puedo evitar dejarme llevar por la impronta de las improvisaciones, la música te transporta a otras dimensiones, las mismas melodías son las que te piden ser tocadas. Yo me dejo llevar siempre por la magia de la improvisación. Es un terreno donde me siento cómodo y me gusta. Pero siempre respetando la armonía y al compositor. El respeto no lo pierdo nunca.
A sala llena Luis Salinas presentó Muchas cosas, su último disco doble, junto con los músicos Javier Lozano (teclado y sintetizador), los uruguayos Martín Ibarburu (batería) y Urbano Moraes (bajo) y Pocho Porteño (percusión). Muchas cosas reúne una gran cantidad de temas de Salinas junto con piezas de otros autores entre los que se destacan dos boleros, Tú me haces falta, de Feliciano y Lamentablemente de Chico Novarro. Sin duda el pensamiento musical de Salinas se expresa mejor dentro de las formas fijas que proporcionan el bolero, el tango y el folclore; esas formas sirven de límite a sus digresiones, condensan su expresión.






POCHO PORTEÑO:
Uruguayo. Desde su juventud que integra distintas formaciones de músicos de renombre. Es un de los percusionistas de mayor impronta en la música afroamericana. Invitado insoslayable de toda banda de ritmos latinoamericanos. Las congas,
¿Considerás que en la música nacional el uso de la percusión está tomando cada vez más protagonismo?
Si, en realidad siempre fue así. Lo que pasa ahora en nuestro país es que tenemos a muchos latinoamericanos residiendo y compartiendo con nosotros su música. Tenemos gente de Puerto Rico, de Cuba, Colombia, de todos lados en realidad. Lo que sucedió es que nosotros durante mucho tiempo evitamos ser latinoamericanos y copiábamos a los europeos o a los yanquis. Hoy por hoy tenemos conciencia de lo que somos. Somos latinoamericanos y hacemos la música como tales. Estos ritmos, los que hablamos, son difíciles de tocar, están en una métrica de 6x8 o cosas así, son más complejos y ricos que la música que queríamos copiar antes. Lo mejor que tenemos nosotros es la Chacarera Trunca, tenemos que luchar para que se pueda dar un concierto de Chacarera Trunca con una banda sinfónica atrás. La conciencia de la existencia de nuestros estilos y géneros, gracias a la generación de ustedes, está creciendo. Todo esto hay que difundirlo para que la gente también tome conciencia. En la Argentina hay muy buenos percusionistas, muy buenos músicos en general, pero siempre miramos lo de afuera y no reconocemos la que tenemos acá. Luís Salinas hace música universal, en cualquier parte y con cualquier músico del mundo él puede dar un espectáculo maravilloso como el de hoy.


URBANO MORAES:
¿Cómo vivís esta fusión de estilos que se da en ambos márgenes del Río de la Plata?
Con mis músicos vine a tocar muy pocas veces a la Argentina, recuerdo un festival en el Rojas, en la calle corrientes. La gente conocía mis temas, los coreaba, también cantaba y bailaba los temas de Mateo; luego del show me hablaban bárbaro de la música uruguaya. La gente reconoce que junto a Rada, los Fattorusso y otros, somos los primeros que comenzamos a salir del Uruguay tocando Candombe y mezclándolo con el rock, allá por el año 1968; esto es lo que la gente reconoce.
Todos tenemos a Eduardo Mateo como un gran referente musical, todos tenemos un poquito de él en nuestras canciones, no es necesario que sigamos su estilo pero es inevitable no tenerlo en cuenta.
Pienso que los músicos uruguayos tenemos muy buena recepción en la Argentina, ustedes son un público especial y muy cálido.